martes, 27 de septiembre de 2011

ENSAYO ACADÉMICO

Este ensayo se presento en el FORO de ECONOMÍA Y CULTURA 2011 UACM-UNAM En el Museo Interactivo de Economía en la Ciudad de México, Septiembre, 2011.

Título de la ponencia:
Pueblos mágicos: análisis de la dinámica cultural y económica

Maai E.Ortíz Sánchez*
maaienai@gmail.com

Resumen. Un análisis de las implicaciones culturales y económicas de los nombramientos como pueblos mágicos a determinados espacios geográficos en México. El análisis tendrá en cuenta el origen de estas designaciones, los efectos socioculturales en la población lugareña y la dinámica económica que conlleva esta categoría turística, de forma que se pueda conocer las consecuencias e impactos en la interrelación entre las esferas de la macro y micro economía y los entramados culturales que conlleva.

Palabras clave: pueblos mágicos, turismo, economía, patrimonio cultural, industrias
culturales

7. CONCLUSIÓN.

Ha sido necesario mostrar un panorama general del programa de Pueblos Mágicos tanto en su dimensión económica como cultural, pero sobre todo reflexionar bajo la óptica del turismo cultural, tanto en el aspecto de sus efectos, contradicciones y problemáticas que obliga a replantearse una reflexión crítica en torno a estas prácticas, pues no se puede seguir mirando al turismo cultural como la llave mágica que impulsará la mejora económica del país, eliminará la pobreza y solucionará dificultades que son mucho más profundas que tratar de impulsar un programa turístico en búsqueda de explotar el patrimonio cultural que en teoría pertenece a aquellos que habitamos este país aunque no lo sea en la práctica, por su condición de explotado y utilizado por el Estado y la iniciativa privada y disfrutado por el turista a quien se vende un producto de la mercadotecnia cultural, que intenta desintegrar los conflictos que existen al interior del campo económico y cultural.




También es necesario atender la exotización institucional de lo pintoresco de los pueblos, pues se busca condicionar su desarrollo autónomo, quebrando las decisiones de las comunidades con respecto a su desarrollo y construyendo idealizaciones identitarias que más allá de originar un orgullo nacionalista, logran conglomerar la indignación de aquellos que se sienten ignorados por estos programas turísticos, pues se ven afectados en su dinámica de vida laboral, social, cultural, económica y política, confrontándose a una especie de museificación del lugar donde viven, donde pareciera que nada puede ni debe cambiar, ya que incluso en las fotos de los turistas, las exposiciones y la iconografía visual de lo mexicano; la pobreza, los huaraches de suela de llanta, las carencias y las necesidades de subsistencia culminan siendo parte de lo tradicional, lo típico o lo pintoresco, muy parecido a la muestra fotográfica que se ha expuesto en el presente año 2011 en el Catillo de Chapultepec “La magia de mis pueblos”, que idealiza un contexto sociocultural e histórico en que actualmente viven muchos mexicanos, sumidos en el romanticismo del nacionalismo y el valioso patrimonio que poseemos, aunque una gran mayoría no se pueda regocijar con esto por la falta de empleo, educación, salud y una calidad de vida digna.

6. Problemáticas y cuestionamientos del programa turístico de Pueblos mágicos

La primera problemática que he identificado a partir del planteamiento de Florescano en relación al patrimonio cultural material o inmaterial, entiéndase como aquello que es valioso y determinado por grupos que tienen el poder de seleccionar, preservar, difundir y asimismo explotar, es precisamente que los nombramientos de pueblos mágicos son designados básicamente a partir de los elementos patrimoniales que poseen y la posibilidad que tienen estos de ser atractivos y vendibles para una oferta turística cultural que tiene como misión percibir inversiones, divisas y una activación económica mediante la implementación de productos turísticos que se construyen con base a ejes axiológicos que determina SECTUR. Cabe señalar que nuevamente en el impulso del nombramiento se genera una fuerte exclusión que se deja ver cuando dentro de las disposiciones del programa no se contempla la participación directa de la sociedad civil o en general de los pobladores, sino que se centra en vincular a grupos de poder ya sea políticos o económicos, pues aunque en teoría se acepta su participación en las juntas, no tienen voto de ningún tipo en la toma de decisiones de la asociación o sociedad que impulsa el programa de Pueblos Mágicos para su comunidad.


Por otro lado es necesario cuestionarse qué pasa con la propuesta que declara el Plan Nacional de Cultura que asume la responsabilidad del turismo cultural como una fuente de reactivación económica en beneficio del decremento de la pobreza, cuando finalmente elige pueblos que han invertido durante más de tres años en planes para incentivar el turismo, rehabilitación de espacios, especialmente centros históricos, que ya tengan una infraestructura hotelera, restaurantera y de servicios, que posean declaratorias de monumentos (históricos, artísticos, arqueológicos, entre otros), entre una serie de requerimientos que no precisamente van enfocados a pueblos que padezcan pobreza, ya que tanto las inversiones como el capital cultural, en este caso patrimonial, nos describen poblaciones con fuertes capitales culturales o económicos, financiamientos e inversiones en el sector turístico, aunado a la especificación que se ubiquen espacialmente en una cercanía de menos de 200km o 2 horas de transporte vía terrestre cerca de un destino turístico reconocido.


Puntualizo también que partiendo de la estructura del programa de Pueblos Mágicos donde un consejo selecciona aquello valorable, culmina siendo nuevamente una reproducción de prácticas de exclusión, que en definitiva otorgan más peso a determinados patrimonios de ciertas comunidades, y aunque es indiscutible que es imposible caer en la idea de una patrimonialización de todo lo valioso culturalmente para una comunidad, también es innegable que los intereses del Estado y la iniciativa privada están a la cabeza de las estructuras de poder pues son quienes determinan el nombramiento de los pueblos mágicos. Un ejemplo es el caso del pueblo de Tequila que según el Dr. en Antropología Social José de Jesús Hernández López declara:


“Desde 2004, el pueblo de Tequila, Jalisco, fue incluido en el programa de la Secretaria de Turismo del gobierno federal denominado “Pueblos Mágicos” (…) Esta distinción de “pueblo mágico” es una forma de agregar valor a la producción de tequila (…) El ingreso de Tequila entre las localidades distinguidas por la secretaria de Turismo federal (SECTUR) para ser considerada pueblo mágico, se debió a las gestiones de un pequeño grupo de empresarios propietarios de la más importante industria tequilera mexicana, interesado en aprovechar el programa federal como una forma de promocionar el tequila, aunque enfocado más en la valoración histórica y cultural de una industria peculiar, dado que no existe parangón en ninguna otra parte del mundo”.




El Dr. Hernández en su ensayo titulado Tequila: centro mágico, pueblo tradicional, publicado en 2009 en la revista Andamios, hace un análisis crítico del proceso de rehabilitación del pueblo de Tequila, en donde nos muestra el trasfondo de los eventos en este “pueblo mágico”; los intereses, los grupos de poder, la situación real de la población, la proletarización de los pobladores (y no precisamente de trabajos que fomenten mejores niveles de vida), el uso del patrimonio que idealmente se declara comunitario pero que es apropiado por un coto de poder, los intereses que movilizan los nombramientos de los pueblos mágicos, entre una serie de situaciones que se generan en torno al patrimonio cultural por medio del turismo y en general la triste situación de un programa que se enfoca a velar por los intereses de ciertas empresas y no de un impacto que beneficie a la mayor parte de la población, quienes se suponen son herederos de los bienes patrimoniales materiales e inmateriales, y que sólo resguardan las instituciones federales. En este sentido bien cabe vincular al turismo cultural como un sector muy productivo y que genera un fuerte crecimiento económico, que no necesariamente significa el bienestar de la población. García Canclini explica que:


“Aun cuando el turismo es considerado extremadamente productivo, dado que los flujos de efectivo son inmediata y claramente identificables, debe tenerse en cuenta que su efecto se presenta en términos de crecimiento económico, mas no de desarrollo o bienestar, lo que puede representar una trampa al desarrollo local, regional o nacional” .





Ahora bien, otro punto que quiero tratar es relacionado a los intereses dominantes, específicamente de la iniciativa privada, tomando como referente ahora al “pueblo mágico” de San Miguel de Allende en el estado de Guanajuato, del cual Manuel Delgadillo ha recuperado artículos de diarios estadounidenses:


“San Miguel de Allende, México, donde extranjeros han comprado decenas de viviendas para uso temporal y fijo y han desplazado a la población local. La prensa estadounidense habla de gentrificación y creciente expatriación de mexicanos, a través de la presencia de más de 10 mil habitantes norteamericanos en esta ciudad histórica (Los Ángeles Times, 2007)”

El proceso de gentrificación o desplazamiento de poblaciones económicas también es un fenómeno que se manifiesta en Tequila o la misma Ciudad de México, pues se ha generado una apropiación por parte del capital privado tanto de centros históricos como en general de espacios considerados patrimonio cultural para rehabilitarlos, recuperarlos, conservarlos y potencializar la economía de estos sitios. La iniciativa privada encuentra su justificación en el mecenazgo hacia la cultura y la identidad nacional, implantándose por medio de programas como el de Pueblos Mágicos, que argumenta su intervención. Sin embargo Eduardo Andión nos incita a la reflexión:


“En México, las instituciones culturales han ido adquiriendo una forma de operación semejante a la de la tradición estadounidense de las fundaciones culturales. Estas son nuevas formas de mecenazgo cuya lógica reside en legitimar por redistribución. Su modalidad privada consiste en la donación y financiamiento a instituciones “desinteresadas” (…) Su público se conforma de políticas “sociales” (…) Los afanes optimizadores de la inversión de recursos requieren evaluar el impacto de las magnas promociones de exhibición espectacular de “La Cultura” y, de manera paradójica, han revelado el efecto de negación del interés económico que ejercen el arte y la cultura como ideología del espíritu”


En este sentido Andión nos obliga a reflexionar el supuesto papel desinteresado del capital privado. Al ser aplicado a los bienes patrimoniales culturales, se dejan ver las intenciones de la intervención de la iniciativa privada en la recuperación y rehabilitación de espacios que tienden hacia la misma privatización del patrimonio común de los mexicanos, ya sea por grandes empresas como en el caso del pueblo de Tequila o como propiedades para vivienda en el caso de San Miguel de Allende. Bien dice Manuel Delgadillo:


“Distintas evidencias indican que varios programas de aprovechamiento turístico del patrimonio cultural y natural profundizan la inequidad y la desigualdad social; y que en algunos caos incluso despoja de sus recursos naturales y culturales a las comunidades locales, quienes son vistas como obstáculo para el desarrollo del turismo”




También es importante resaltar la cuestión laboral a la que nos enfrentamos con una complejidad amplia, por un lado el tipo de trabajos que se generan a a partir del turismo cultural que se propone en el programa de Pueblos Mágico, por ejemplo Delgadillo afirma que la mayoría de estos empleos son temporales y de bajos salarios y que las ganancias no se reinvierten en la comunidad, mientras que las desigualdades sociales se incrementan, mientras que Hernández explica que de igual manera en Tequila se generan trabajos informales como lavacoches, lustradores de calzado, afanadoras, etcétera, aunado a que el comercio se centraliza en espacios definidos. Por lo que el impacto económico se concentra al igual que los beneficios del turismo cultural. Otra situación en la que insiste el programa de Pueblos Mágicos con respecto al campo laboral, es el comercio informal, considerado como una plaga:


“El comercio semifijo y ambulante es un fantasma que persiste luego de 10 años en los llamados pueblos mágicos. Entre 2001 y 2011 han padecido este problema que, en el peor de los casos, ha terminado por contrarrestar la "magia" de apoyos técnicos y financieros destinados a esas comunidades (…) De manera paradójica, la compra-venta de mercancías en lugares no fijos, una de las principales fuentes de ingresos de estos sitios, afecta la apariencia que se busca ofrecer a los visitantes”


La situación del comercio informal es otro de los escenarios que obliga a pensar las estructuras de organización que propone o más bien impone el programa de Pueblos Mágicos, afirmo que impone, ya que la SECTUR y el Comité que elige a los pueblos insta a que se ordene el comercio informal porque de no cumplirse se puede retirar el nombramiento y asimismo el apoyo económico. Aquí el cuestionamiento sería ¿cómo diseñar programas o implementar una oferta laboral que beneficie a las personas de quien se expropia su patrimonio cultural de forma simbólica y retribuir el uso de éste a su favor?, pues finalmente los pobladores en vez de ser beneficiados se ven afectados ya que irrumpe en su dinámica de supervivencia al ser retirados muchas veces por la fuerza de sus lugares de trabajo y siendo orillados a subsistir del turismo cultural, aunque lo que la SECTUR no hace es dar las fórmulas para integrarlos de manera adecuada y benéfica a la reactivación económica, pues otra situación que queda en el aire, es que la profesionalización de la actividad turística contemporánea exige incluso preparación académica, a veces universitaria, que de no encontrarse, se genera una movilización de personas aptas para determinados puestos de trabajo que no necesariamente son lugareños. En este apartado también queda el cuestionamiento de los tianguis, pues en sentido estricto se puede considerar como comercio informal, a pesar de que su dinámica es compleja ya que estos espacios conforman parte de la identidad y tradiciones de la mayor parte del país, y el comercio que se da en su interior es lo bastante amplio como para tratar de dar una solución que satisfaga a los comerciantes, el paradigma turístico, las autoridades y los requerimientos de la SECTUR.



Quiero colocar sobre la mesa la famosa sustentabilidad que abandera el programa, que si bien este término está relacionado de forma directa con la cuestión del equilibrio ecológico y su cuidado, es sumamente complejo lograr este contexto. Esta vez quiero presentar el caso de Malinalco de un artículo de Guillermo Miranda, en la revista Pasos de Turismo y Patrimonio Cultural, en la cual declara:

“Diversos son los impactos que el turismo genera sobre el medio ambiente, de Malinalco, se atribuye no sólo a los visitantes, sino también a los establecimientos que proporcionan el servicio. Se están agotando los mantos freáticos al incrementarse los requerimientos de agua para las empresas de hospedaje y alimentación, para jardines y albercas (…) obliga a entubarla o traerla de fuentes de abastecimiento más lejanas, generando desecación de depósitos y su consecuente escasez”




Otro ejemplo como el de Malinalco es el de Tequila, en el que Hernández explica que por cada litro de Tequila se generan al menos 10 litros de aguas residuales. Estos son dos ejemplos de impacto ecológico que ponen en duda la sustentabilidad de estos proyectos en los que se apuesta de forma central al turismo cultural. Sería necesario en este caso atender a lo propuesto por Lucina Jiménez

“En el tema de sustentabilidad, el patrimonio ofrece retos de gran envergadura, ya que la definición de políticas públicas y estrategias de gestión debe considerar a todos los sectores involucrados: entre éstos, las propias instituciones encargadas de regular su conservación, estudio y difusión, como entidades reguladoras y normativas: las comunidades que habitan en los alrededores, los agentes del desarrollo urbano, del medio ambiente y la industria del turismo (…) Estos fenómenos ya no pueden mirarse aislados del desarrollo”




Entre todo lo que ya se ha abordado podría también agregarse un tema delicado y de gran impacto actual en el cual estamos inmersos, el cual es la seguridad relacionada específicamente al narcotráfico:

“La inseguridad también es otro "fantasma" que ha golpeado a estos lugares. Creel, Chihuahua; Ciudad Mier, en Tamaulipas; y algunas comunidades de Michoacán son las más afectadas (…) En el caso de Ciudad Mier, los constantes enfrentamientos armados provocaron el abandono masivo de familias que durante 2010 tuvieron que ser apoyadas por el Ejército” .



Para finalizar este apartado quiero culminar con una reflexión que García Canclini hace en relación al turismo cultural:

“Se puede afirmar categóricamente que ninguna región o país ha alcanzado un desarrollo integral basándose únicamente en el turismo. Países exitosos como España lo han logrado con una virtuosa combinación de la actividad de todos sus sectores económicos”

G. Canclini nos estimula a reflexionar al turismo cultural como una opción que bien encaminada y articulada puede ser bien una alternativa para lograr el desarrollo económico de un país, pero también nos introduce en el campo de la realidad, para no concebirlo como la única línea que debe seguirse, sino sólo uno de los frentes en los que se puede atacar la pobreza y la búsqueda de bienestar social.

5. Patrimonio cultural y sus vínculos con el programa Pueblos Mágicos

Según la Guía el ABC del Patrimonio Cultural y Turismo de la Coordinación Nacional del Patrimonio Cultural y Turismo, institución perteneciente al CONACULTA, conceptualiza el patrimonio cultural del un pueblo como aquello que:


“comprende las obras de sus artistas, arquitectos, músicos, escritores e intelectuales, así como las obra anónimas, surgidas del alma popular, y el conjunto de valores que dan sentido a la vida, es decir, las obras materiales y no materiales que expresan la creatividad de ese pueblo; la lengua, los ritos, las creencias, los lugares y monumentos históricos, la literatura, las obras de arte y los archivos y bibliotecas”.

Explicando también que México es uno de los países considerados entre los más ricos en materia cultural por la UNESCO, debido a su alto número de declaraciones patrimoniales a nivel mundial y en América Latina, por lo que a partir de dichos instrumentos de este organismo internacional en relación a los asuntos patrimoniales y turísticos, las instituciones mexicanas encargadas de la salvaguarda de estos asuntos se han dado a la tarea de implementar bajo el eje rector del espíritu de la declaratoria de distintas cartas, los mecanismos para la promoción de políticas públicas de conservación, investigación, preservación y difusión del patrimonio que en este caso se proyectan a través de la actividad económica del turismo cultural.
Sin embargo, desde una visión crítica, Enrique Florescano concibe los procesos de selección patrimoniales como:

“la selección y rescate de los bienes patrimoniales se realiza de acuerdo con los particulares valores de los grupos sociales dominantes, que por la fuerza resultan restrictivos y exclusivos. Aún cuando un Estado con un proyecto nacionalista emprende la tarea de proteger su patrimonio, la configuración “nacional” de éste casi nunca coincide con la verdadera nación sino con los intereses propios de ese Estado”




A la anterior cita, anexo lo declarado por la SECTUR en Febrero 2011, cuando se buscaba explicar el negar la declaratoria de pueblo mágico a cinco municipios veracruzanos:

“El coordinador del programa Pueblos Mágicos y Ciudades Coloniales de la Secretaria de Turismo Federal, Heriberto Hermosillo Goytortúa, afirmó que no será posible que cinco municipios veracruzanos ingresen al programa Pueblos Mágicos (…)la Secretaría de Turismo federal señaló que no hay posibilidades para que otros municipios se integren al programa: "No todos pueden ser Pueblos Mágicos aunque todos tenga su magia y su encanto, no todos pueden porque este es un programa que busca ofertar ciertas comunidades nada más"




De lo expuesto por Florescano es necesario detallar en relación a tres puntos importantes que son de mi interés abordar en este trabajo. En primera instancia que el rescate y selección del patrimonio es un proceso que se legitima a través de intereses políticos del Estado y por ende económicos, resaltando en este sentido la colaboración directa de la iniciativa privada. Como segundo punto es necesario tomar en cuenta que el mencionado proceso de patrimonialización y legitimación depende de una política nacionalista que se vincula desde su origen con grupos de poder en el ámbito intelectual, económico y político. El tercer punto que quiero destacar es que a partir de las estructuras que legitiman el patrimonio nacional de México se encuentra entretejido por un sistema de exclusión y restricción que se demuestra a partir de lo declarado por la nota informativa con relación a los cinco municipios de Veracruz, a los cuales se le niega la declaratoria, justificando esta acción por problemas estructurales y logísticos, pues según la lógica del Comité Interinstitucional de Evaluación y Selección (CIES), formado por ocho dependencias del gobierno federal, no cumplen con los requerimientos. Estos tres puntos que he distinguido se proyectan notablemente en el programa de Pueblos Mágicos, situación la cual trataré de explicar en el siguiente apartado.

4. Cifras e impacto económico del turismo en México

Con base en el cuarto informe de gobierno declarado en 2010 por el Ejecutivo Federal:

-Durante el primer semestre de 2010, ingresaron al país 43.1 millones de visitantes internacionales, de los cuales 11.3 millones fueron turistas internacionales que al menos pernoctaron una noche al interior o en la franja fronteriza.

-El ingreso de divisas por visitantes internacionales a México en los primeros seis meses de 2010 fue de 6, 486 millones de dólares. 83.7% correspondió a turistas al interior y fronterizos.

-Los ingresos captados por el turismo de internación fueron de 5,166 millones de dólares y representaron 79.6% del total de las divisas captadas, con un gasto medio de 756.2 dólares por estancia.

-Según el informe con el programa Pueblos Mágicos se dio apoyo a 36 poblaciones mexicanas de diferentes regiones del país, que se destacan por sus atributos históricos, culturales y artísticos. Se asignaron recursos públicos para el desarrollo de infraestructura turística, que beneficiaron a más de 835 mil mexicanos que habitan estas localidades (aunque cabe señalar que no menciona si fue de forma directa o de qué manera).

-En 2010 se anexaron al programa Pueblos Mágicos, Santa Clara del Cobre en Michoacán, Tapijulapa en Tabasco, Palizada en Campeche y se reincorporó Tepoztlán en Morelos.

-La secretaria de turismo Federal, Gloria Guevara Manzo informó para el 2010 que se invertirían 1, 900 millones de pesos para el programa de pueblos mágicos, mientras que en el año 2011 la cifra ascendería a 207.7 millones de pesos.

-De lo que va del período de 2007 al 2011, la SECTUR ha destinado 818.7 millones de pesos para el programa de Pueblos Mágicos, los cuales declaran haber sido usados para transformar la imagen urbana, rehabilitar museos, galerías y recuperar conventos e iglesias con valor histórico y cultural.



Cabe señalar en este apartado que se considera que “en México el sector económico del turismo genera 8.5% del PIB (el tercer lugar entre todos los sectores), seguido de la cultura con 6.7%” . Las mencionadas cifras y datos nos arrojan algunos indicadores que nos inducen a tener un panorama general en relación al turismo cultural y su impacto económico en México.

3. Los requerimientos para ser Pueblo Mágico

Ahora bien, para comprender mediante un panorama general los requisitos para obtener el nombramiento de Pueblo Mágico, señalaré una lista extraída del plan que contiene las reglas de operación de los pueblos mágicos que se encuentra en la página de SECTUR. Destaqué en las siguientes líneas los puntos más importantes para esta investigación:




-Tener una población base de 20,000 habitantes
-La localidad candidata al nombramiento debe ubicarse en una distancia no superior a los 200 Km., o el equivalente a 2 horas de distancia vía terrestre de un destino turístico consolidado o bien de una población considerada como mercado emisor.
-Debe proceder a una solicitud de incorporación mediante las autoridades municipales y estatales a fin de llevar a cabo un proceso formal
-La valoración se llevará mediante pendencias del gobierno federal de la SECTUR.
-La sociedad civil debe tener una petición para la incorporación
-Debe crearse una sociedad o asociación que represente e implemente la petición del nombramiento siendo la voz de la población
- Deberá ser elegido un gestor que actúe en los tres niveles de gobierno como representante-enlace.
-Deben ser desarrolladas estrategias de participación comunitaria
-El nombramiento será vigilado y sometido a las designaciones de SECTUR
-Debe tener una aportación económica (partida) de por lo menos 3 años para la implementación del programa
-Se le solicita contar con planes de desarrollo cultural, ambiental, protección, plan turístico, entre otros
-Diseñar e implementar un programa de reordenamiento comercial, especialmente por la problemática del comercio informal.
-Debe contar con un atractivo turístico simbólico como referente.
-Poseer una diversidad de productos turísticos para ofrecer a los turistas.
-Tener una arquitectura vernácula o del siglo XX con edificaciones emblemáticas.
-Conservar y fomentar el patrimonio inmaterial como fiestas y tradiciones representativas
-Una producción artesanal local significativa
-Mantener una cocina tradicional en su contexto original
-Contar con servicios turísticos y alojamiento de nivel intermedio como requisito mínimo.
-Servicios de Salud y Seguridad Pública.
-Contar con un inventario o declaratoria de patrimonio: monumentos históricos, inmobiliario u otros.

Una vez señalados algunos de los requerimientos que exige SECTUR para proceder a una evaluación y emprender la decisión si es factible el nombramiento y pasar por un comité que decide si se otorga el nombramiento, el cual no detalla quiénes lo conforman. Si es aceptada la petición, se procede a otorgar la declaratoria en un lapso menor a tres años y una vez obtenida se afirma que esta puede perderse siempre y cuando no se respeten los requerimientos delimitados dentro de las reglas de operación, aunque una vez perdida la designación, se puede volver a recuperar si se rectifica y actúa sobre las problemáticas que señalen las dependencias. Hasta Agosto 2011 se han otorgado 40 nombramientos en 28 entidades de la República Mexicana. También destaca que dentro de la información publicada en internet no se describe el tipo de ayuda o beneficios que por parte del Gobierno Federal se otorgan si se obtiene la nominación de Pueblo Mágico.

2. Panorama general acerca de los Pueblos Mágicos

El programa turístico de Pueblos Mágicos, junto con programas como Tesoros Coloniales, Ruta de los Dioses, Mundo Maya, entre otros responden a un proyecto nacional desarrollado por la Secretaría de Turismo en donde intervienen los tres niveles de gobierno; federal, estatal y municipal, con la misión de activar la economía de las localidades mediante el turismo cultural. La finalidad específica del programa Pueblos Mágicos, del cual abordaré en este ensayo, es otorgar un nombramiento a un poblado mediante un proceso determinado que responde a una serie de requerimientos institucionales con el fin de reconocer la riqueza cultural e histórica de un lugar emblemático legitimando simbólicamente un destino turístico y de esta manera potencializar el desarrollo y la activación del mercado mediante su patrimonio material e inmaterial generando fuentes de empleo y una mejor calidad de vida.




El proyecto pueblos mágicos responde a un plan rector a nivel federal que es establecido dentro del Programa Nacional de Cultura, específicamente en el eje 7 que trata de Turismo y Cultura, en el cual se declara:


“El turismo, con un interés ocasional o especial en la cultura, favorece el diálogo intercultural dentro de México y con otras naciones y regiones del mundo (…) contribuye al fomento de la cultura, al desarrollo de las localidades y, en general, del país (…) involucra a millones de ciudadanos en prácticamente todos los países (…) En México, el turismo ocupa uno de los primeros lugares como fuente generadora de divisas en la economía, después del petróleo y las remesas de los migrantes (…) El turismo motivado especialmente por la cultura en México representa apenas el 5.5% de los viajeros nacionales y el 3% de los internacionales.”


Efectivamente en este plan federal denotan aspectos importantes del impacto e intersecciones entre turismo y cultura que serán de importancia para retomar más adelante en este ensayo. Escenarios importantes a considerar que son señalados en el Plan son el contexto de globalización, la derrama económica, y el involucramiento de los ciudadanos a los que idealmente pertenece el patrimonio y los cuales se supone corresponde el disfrute de éste.

A partir de las aseveraciones que propone el Plan Nacional de Cultura relacionado al turismo se plantean una serie de estrategias que motivan el proyecto de Pueblos Mágicos, respondiendo al planteamiento de la promoción y consolidación de un mercado para el turismo cultural, impulsando en este caso “la magia” de una serie de localidades que deben cumplir con características que más adelante serán descritas. Destaca entre sus objetivos la manifestación del turismo cultural como un instrumento detonador del desarrollo que preserve el patrimonio, genere inversiones, contribuyendo a combatir la pobreza en zona con atractivos turísticos y la sustentabilidad de esta actividad económica.



Cabe señalar que este proyecto también responde a los lineamientos de la UNESCO en relación al turismo y el uso del patrimonio en declaratorias como la Carta Internacional sobre Turismo Cultural que hace referencia a la gestión del turismo en sitios con patrimonio significativo en el que de igual manera que el Plan Nacional de Cultura, describe aquellos aspectos positivos que contribuyen al fomento de las relaciones interculturales en un contexto de diversidad cultural, la conservación del patrimonio y el desarrollo económico a través de un uso adecuado, mesurado y consciente de los bienes patrimoniales, instando a la legislación de esta área, el cuidado, el mantenimiento de la autenticidad, la gestión, la educación y promoción de estos sitios con relevancia a razón de sus valores culturales.

El investigador José Luisa Santana Medina de la Universidad de Guadalajara, afirma que el programa Pueblos Mágicos surgió en 2001 en el gobierno de Vicente Fox, teniendo como líneas de trabajo el desarrollo turístico local, desde una perspectiva estratégica que consideraba una alternativa a los modelos del mercado global, de manera que se planteaba un paradigma de abajo hacia arriba que buscaría la resolución de problemas como la pobreza y la exclusión, atendiendo principalmente a los habitantes de la localidad y en segundo plano a los visitantes. Según este investigador los planteamientos y resultados iniciales de dicho proyecto se vislumbraban primeramente en el mejoramiento de la imagen urbana, servicios, camellones, plazas cívicas, regeneración de fachadas, instalación eléctrica subterránea, entre otros aspectos. Destacando que la parte más activa e involucrada ha sido la iniciativa privada.